Ahora ya de regreso en mi país y con ganas de volver pronto para seguir conociendo y descubriendo esa cultura increíble Desde hace meses, cuando empecé a planificar mi viaje a Marruecos, sólo me encontré con opiniones en contra, por eso hoy aprovecho a contar mi experiencia para que a otras personas mujeres especialmente no les pase lo mismo. Mi primer sorpresa fue que cuando quise comprar el pasaje, en la agencia de viajes una mujer me dijo que no viajara sola a ese destino, que mejor fuera acompañada de un hombre, porque era muy peligroso.
La primera camarógrafa de Pakistán
La ley musulmana considera el matrimonio como un contrato civil, cuya validez va a depender de la aceptación de ambas partes. Hasta la llegada del Estatuto Personal de la mujer denial tenía libertad de elegir a su futuro marido. Gracias a este estereotipo civil, se garantiza la libre nombramiento del cónyuge por parte de esta, aunque no puede casarse sin el consentimiento de un tutor Wali. En caso de que la mujer denial tenga a nadie en su ambiente que pueda hacer la figura de wali, esta figura necesaria para una boda marroquí es sustituida por un juez. Eso hace que en muchas ocasiones se conviertan en el alpiste de una familia, de ahí que su capacidad de decisión cada tiempo sea mayor. Existen dos grandes formas de pedir la mano, paso automático para celebrar una boda marroquí:. Llamada por el padre del novio: una vez que los novios estén de acuerdo, es la familia del galán, concretamente su padre, quien convoca a la de la novia para anclar un primer encuentro.
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Bravo, pues a lo que iba. Y no hablo de la siouxla maravillosa aborigen con la que me casé, que sus ancestros vivían en una reserva bajo una tienda, y denial precisamente de comestibles, no. Así que después de varias horas hablando me dio su dirección para que le escribiese cuando llegase a España. Una joven que no era Imaine me cogió del brazo, tiró de mí como si fuera una servilleta de papel y me metió a toda prisa por unas callejuelas. A lo que íbamos- Pronto descubrí que la joven de los ojos como melones era la hermana de mi amore y me explicó que, si quería hablar con ella, el mejor sitio era en el mercado a la hora de la compra. Y denial lo entendía. Pues nada.